P.P. (Poison People).

Las hay, ciertamente las hay. Ojalá todo fuese mentira, que no existieran, que todo fuese una invención. Pero no, no es así. Tristemente existen personas que son veneno. Personas que están ahí, acechando y esperando el momento preciso para arruinarte la vida de la forma más amarga posible y con lo que consiguen satisfacer su macábra y patética diversión. Personas que son veneno, letales si no eres de su gusto, si no perteneces a su círculo o simplemente porque te ha tocado a tí ser su marioneta. Veneno. Veneno sutil y voraz que no te dejará indiferente. Veneno por el cual todos pueden llegar a juzgarte injustificadamente, retirarte la palabra o cambiar los ojos con los que te miran. Ese veneno. Esas personas.

Quiero preguntarte.

Quiero acercarme para preguntarte
quizás rozarte, antes de preguntarme
si debo mirarte y después besarte
antes de comentarte, que quiero intentarte.

Quiero besarte, para entenderte
o solo conocerte
quizás, para quererte
quizás, para perderte
y volver a recuperarte
y besarte,
antes de preguntarte...
antes de preguntarme...
si puedo enamorarme para acariciarte
si puedo desenamorarme para alejarme,
sin dejar de amarte,
y besarte,
para no olvidarte.
                 Quiero volver a mirarte y preguntarme,
                                              si puedo preguntarte.

NO.

No. No tengo una buena cámara. No tengo un físico estándar digno para estas cosas. No tengo un pelazo. No peso 40 kilos. Y creo que podría continuar citando clichés típicos de estos lares y de los cuales no dispongo. Yo me quedo con la imaginación, la creatividad, las ganas de compartir todo. Supongo que esa es la esencia que buscaba para todo esto. Supongo.